¿Qué estás haciendo que te aleja de tu sueño?

Cuando conté a las personas que yo había comprado un coche para rodar el mundo viviendo en él, escuché de mucha gente: «¡Si yo pudiera hacer lo mismo!».
Al constatar cómo era alto el número de personas que huyen de sus propios sueños, empecé a cuestionar el porqué de eso y noté que una de las cosas que más aleja a las personas de relizar sus sueños es donde ellas están dirigiendo el dinero que falta para el sueño.
Recientemente vi un vídeo maravilloso de José Mujica que explica con maestría el gran equivoco de la relación de la sociedad con el dinero.
Él dice que no compramos las cosas con dinero, compramos cosas con el tiempo que pasamos para conseguir ganar el dinero para comprarlas.
Genial!
Entonces, cuando veo a personas preocupadas en comprar cosas necesarias para la sociedad de consumo, pero totalmente innecesarias para el sueño de ellas, me pregunto:
– ¿Está pensando en cuánto cuesta, o cuántos días ha gastado para poder comprarlo?
La frase que escuchamos la vida entera «El tiempo es dinero» es sólo un gran error de construcción.
¡Dinero es tiempo!
Y cuando comprendemos eso, la vida pasa a tener mucho más valor que esa cosita verde tan venerada.
Cuando tenía 11 años mi padre tomó una gran caída financiera. Hasta hoy agradezco al universo por eso, fue una de las mejores cosas que sucedió en mi vida. Yo continué estudiando en la misma escuela, pero no tenía dinero para comprar la ropa de marca que mis amigas usaban. A los 11 años, no puede sentirse igual a sus amigos es muy significativo, a esa edad los niños están construyendo valores que van a llevar por toda la vida. Cuando llegaba de la escuela, ya no había un montón de amigos de mis padres que frecuentaban la casa, al fin ya no había whisky importado. Fue cuando empecé a comprender lo que era realmente importante en la vida.
Entonces cuando veo a gente gastando el dinero que debería ser gastado en la realización de sus sueños, para comprar una silla bonita que va a dejar la casa con una decoración de respeto, pienso:
– ¿Cuántos días has gastado para comprar esa silla? Su amigo que se va a sentar en esa bella silla estaría dispuesto a dar esos días de su vida para usted? Entonces, no compre la silla. Compre su sueño. Porque su amigo se sentará a su lado donde usted y su sueño estén … aunque esté en el suelo.
En el caso de que se trate de una persona que no sea de su agrado, no se sienten como si estuvieran en el mismo lugar.
A quien le interese esta el vídeo paso a paso de la construcción de la van en el instagram @sobasestrelas y en la página «Sob as estrelas» de facebook, y el día a día en la carretera.
¡Dale vivir el sueño!

ilustración: Fer Caggiano